Voy a narrarles la gran aventura que para mi significa ser Docente!!!!
Como ya les comente anteriormente, estudié la Licenciatura en Contaduría Pública en la capital del Estado de Chiapas; egrese en 1996 de la carrera y a partir de ahí, me dedique a trabajar en el sector público hasta el año del 2002, que es cuando se me presenta la gran oportunidad de entrar a la DGETI, ya anteriormente había cubierto interinatos en el nivel Secundaria, pero fue en ese año cuando me entero por mi papá que era trabajador de ese plantel que existía la vacante, no dude ni un segundo en realizar los trámites necesarios para hacerme acreedora a la plaza.
Me crié en una familia de docentes en donde tanto mis padres como mis hermanos son docentes, incluso estoy casada con un profesor de secundaria, así que realmente no dude en enfrentarme al reto, sabía que de alguna u otra manera yo siempre había estado relacionada con esta actividad tan gratificante.
Me gusta mucho la carrera que estudié y me encantó la idea de no desligarme de ella, ya que el nivel medio superior me permite transmitir los conocimientos de mi carrera a jóvenes que se están preparando en el área económico-administrativa, me gusta poder estudiar día a día con los alumnos, mantenerme actualizada en los temas de los programas y poderles transmitir mi experiencia.
Considero que es una de las profesiones más nobles y gratificantes, que como mujer me permite compartir una buena parte de mi tiempo con mis hijos y contribuir a la formación de miles de jóvenes que pasan por las aulas.
A pesar del poco tiempo que llevo como Docente del Nivel Medio Superior, he cosechado grandes frutos y he sentido sensaciones increíbles cuando me encuentro en la calle a mis ex alumnos y me recuerdan haber contribuido positivamente en su formación.
Actualmente estoy a cargo del Departamento de Vinculación con el Sector Productivo y puedo percatarme del número de alumnos que aprueban los exámenes de selección de las universidades y con satisfacción he visto que el 98% de los ex alumnos de mi plantel son aceptados, lo que me llena de satisfacción, porque en algo contribuí para que eso suceda.
Todo esto me motiva día a día a prepararme más y cumplir con las demandas de mi sistema, porque también reconozco que tengo motivos de insatisfacción y el principal es que consideró que muchas veces no me he involucrado emotivamente con todos mis grupos, ya que a veces por lo extenso de los programas no me queda mucho tiempo para platicar con ellos de sus intereses y sus problemas, tal vez no para aconsejarlos sino simplemente escucharlos.
Mi confrontación con la docencia
Al realizar la lectura de José M. Esteve, me remonte a mis inicios como docente y reviví los momentos de nerviosismo que pase en mi primer día de clases, siempre pensé que el hecho de no contar con una formación psicopedagógica dificultó más mi inicio, pero ahora comprendo que la mayoría hemos pasado por esos momentos de incertidumbre y que vamos aprendiendo sobre la marcha y que la buena voluntad de hacer bien las cosas nos permite irnos apropiando de las técnicas y estrategias para lograr nuestro objetivo planteado.
Actualmente considero que no basta contar con las herramientas, técnicas y estrategias didácticas y conocimientos, sino lo principal es reconocer lo trascendental que es nuestra función como docentes, “comprender que la esencia del trabajo del profesor es estar al servicio del aprendizaje de los alumnos. “ Independientemente de las dificultades que enfrentamos en nuestro andar, como la insuficiencia de recursos, locales inadecuados, cúmulo de información, cantidad de exigencias, desvalorización de nuestra profesión, contradicción entre nuestra función y entre los valores escolares, etc. Ya que la mayoría de nosotros creo nos hemos encontrado con alguno o varios de estos aspectos, que dificultad nuestra labor, pero que de alguna u otra manera subsanamos y la prueba esta en cada uno de nosotros los que nos inscribimos a esta especialidad con el afán de mejorar día a día nuestra práctica docente.
Mª Carmen Díez, desde la escuela primaria, expresa así su visión actual de la enseñanza: “ahora entiendo la escuela como un sitio adonde vamos a aprender, donde compartimos el tiempo, el espacio y el afecto con los demás; donde siempre habrá alguien para sorprenderte, para emocionarte, para decirte para decirte al oído algún secreto magnífico”. Y efectivamente nunca terminamos de aprender. Nosotros somos finalmente los que elegimos estar en el lugar que estamos y de nosotros depende el sentido que le demos: “ te puedes aburrir soberanamente, y vivir cada clase con una profunda ansiedad; pero también puedes estar a gusto, rozar cada día el cielo con las manos, y vivir con pasión el descubrimiento que, en cada clase, hacen tus alumnos.”
Saludos a todos y seguimos en contacto.!!!
sábado, 8 de mayo de 2010
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Liliana, creo que al fin he podido ingresar y que ingresen a mi blog, en este momento creeme que me es muy gratificante leer tu aventura, sobre todo al final de un dìa pesado con experiencias vanas y me adentro en tus palabras: rozar el cielo con las manos y vivir con pasiòn, el descubrimiento que en cada clase hacen tus alumnos...eso es cierto y me hace reflexionar que es el lugar donde decidì estr, estoy y recibo....Saludos!
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